Viravida: madres luchan para que hijos no repitan su pasado de abusos y violencia

Prostitución. Violencia. Abandono. Decepción. Éstas son las marcas ruines del pasado cruel de Raimunda, Filomena y Raquel. Tres madres, que además de cargar los traumas de la infancia, ven la historia repetirse en la vida de sus hijos. Para librarlos de esa misma realidad, ellas cuentan con el apoyo del proyecto socieducativo Viravida, que ha transformado la vida de familias que viven al margen de la sociedad, a través de la atención psicosocial, formación profesional e inserción en el mercado de trabajo.

El libro «Viravida: historias de vidas transformadas” trae las declaraciones de madres que tuvieron no sólo la vida de sus hijos transformadas, sino también las suyas propias, por el proyecto del Servicio Social de la Industria (Sesi).

Prostituta: ¿mujer de vida fácil?

Con 45 años, Raimunda guarda en la memoria una infancia amarga. A los 13 años, huyó de casa para escapar de una vida de miseria, del hambre y de malos tratos del padre. En la primera relación, Raimunda era estuprada y golpeada por su compañero. Insensible por las decepciones, ella pensó que la vida iba a mejorar cuando decidió ser prostituta. «No sentía nada con los clientes. Sólo rabia, asco, repugnancia”, recuerda.

De acuerdo con ella, la vida de prostituta no es nada fácil, como algunos acostumbran decir. «La vida de prostituta es muy discriminada. Cuando dicen que aquello es vida fácil, ¡me indigna! Aquello es una vida muy difícil”, afirma.

Hoy, madre de dos hijas, Raimunda entró en desesperación al descubrir que una de sus niñas también se prostituía.

Para sacar a la hija de esa vida, Raimunda buscó ayuda en el Viravida y cuenta hoy un poco aliviada, que ve cambios en el comportamiento de la niña. «Ella se volvió más cariñosa, más cuidadosa”, asegura.

El arduo camino de Filomena

Filomena, de 38 años, madre de cuatro hijos, dos de ellos alumnos del Viravida, al recordar el pasado cuenta que fue criada por el abuelo y sufría violencia de parte de su mujer. «Huía siempre que podía y, cuando me llevaban de vuelta a casa, ella decía ‘¡me vas a pagar, te voy a dar una zurra que vas a quedar tirada en el suelo!’ Mi miedo era enorme”, recuerda.

A los 15 años, fue a vivir con un compañero que, después de algún tiempo, pasó a golpearla. Con el nacimiento de su primera hija, creía que él había cambiado. Pero, con la llegada de la segunda, la ola de violencia vino de nuevo.

A pesar de los malos tratos, ella dice que él le gustaba porque lo consideraba un buen padre. Hasta que sus niñas tuvieron el coraje de decir lo que el padre hacía con ellas. «Cuando vi que las niñas decían la verdad, que él abusaba de ellas desde pequeñas, dentro de casa, debajo del mi nariz, mi suelo se cayó”.

En la delegación de policía, Filomena dice que él asumió todo, sin ningún arrepentimiento. «Dijo que no tenía amor de padre, sino amor de hombre. Dijo que era normal y que aquello no tenía problema, no tenía ninguna consecuencia y preguntó además: «¿Tá faltando algún pedazo de alguien? ¿Hay alguien lastimado?”

Las hijas fueron creciendo y se volvieron rebeldes. Sólo cuando consiguió el apoyo del Viravida, todo comenzó a cambiar. «Hoy en día, mis hijas están bien. Agradezco mucho la paciencia que todos tuvieron con ellas. Ellos fueron un poco madre de ellas también.

Líbranos del alcohol y de las drogas

Raquel, de 49 años, madre de tres hijos, tuvo su infancia marcada por agresiones verbales de parte de los padres. Creció en casas hechas de paja de coquero, sin baño. Los estudios fueron sustituidos por la dura rutina de trabajo. «Mi rutina comenzaba muy temprano, cuando todavía estaba oscuro. Recogía leña para que mi madre cocinara, después buscaba el agua en tambores pesados, para que mi madre trabaje como lavandera”, recuerda.

Aún joven, conoció al marido, con quien afirma haber sido amor a primera vista. Pero, cuando fueron a vivir juntos, él no ayudaba en nada. «No trabajaba, no traía comida a la casa. Yo dejé de comer varias veces para que nada le falte a los niños”, cuenta Raquel.

Fue difícil para la madre acompañar la vida de los hijos. «Estaba siempre ausente, me quedaba más tiempo en la casa de las patronas. Hacía mucha fuerza para acompañar a mis hijos, pero terminé perdiendo el control”.

Ya crecidos, los hijos se volvieron agresivos. Pasaron a consumir drogas y a prostituirse. Sin saber qué hacer, Raquel cayó en la trampa del alcohol, así como el padre de los niños.

Sólo cuando colocó a los hijos en el proyecto Viravida todo comenzó a quedar bien. «¡La formación que están teniendo en los cursos fue todo en nuestra vida! Tienen una psicóloga que les abre la cabeza, pasan cosas buenas para que pensemos”.

Con la ayuda del proyecto, Raquel volvió a estudiar. Los hijos no consumen más drogas. Su sueño es verlos recibidos en la facultad y trabajando.

fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=87481

La batalla por derechos reproductivos de las mujeres

Annalise Falck-Pedersen*

Perú necesita con urgencia mejorar el acceso a métodos anticonceptivos modernos y seguros, especialmente los anticonceptivos orales de emergencia (AOE), también llamados «píldoras del día siguiente”. Los beneficios del uso de los AOE incluyen la prevención de riesgos para la salud de las mujeres relacionados con el embarazo, reducción de la mortalidad infantil, disminución de los embarazos adolescentes, mejorar la educación sexual y desacelerar el crecimiento demográfico.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), los AOE están incluidos en la lista de medicamentos esenciales que cubren las necesidades de atención de salud prioritarias de la población. Sin embargo, varios países en América Latina no reconocen los AOE como medicamentos esenciales y por lo tanto no están disponibles fácilmente, como en Argentina, Brasil, Chile y Costa Rica, y su distribución está totalmente prohibida en Haití y Honduras. En Haití, incluso, es ilegal difundir información sobre los AOE.

Mujeres peruanas tienen acceso restringido a métodos anticonceptivos.
El Perú incluye los AOE en la lista de medicamentos esenciales, pero eso no significa que sean accesibles. En el 2009, el Tribunal Constitucional (TC) prohibió la distribución gratuita de los AOE en establecimientos públicos de salud porque vulnera el derecho a la vida del concebido, protegido por la Constitución, y ordenó a los laboratorios que producen, comercializan y distribuyen los AOE que «incluyan en la posología la advertencia de que dicho producto podría inhibir la implantación del óvulo fecundado”.

El Ministerio de Salud declaró que los AOE no son abortivos y proporcionó evidencia médica y científica en respaldo. No obstante, el TC confirmó en el 2010 la prohibición de la distribución gratuita en los servicios de salud públicos de la «píldora del día siguiente” y en el 2011 se publicaron nuevas directrices. Actualmente, los AOE sólo están disponibles en establecimientos comerciales privados.

La falta de control sobre las AOE también es un problema grave. En el 2014, una investigación llevada a cabo por la organización no gubernamental Prosalud Ineramericana descubrió que farmacias en Lima vendían AOE falsificados; casi un tercio de los lotes analizados no eran efectivos (28%) y uno ni siquiera contenía levonorgestrel, la hormona usada para evitar la ovulación. En su reemplazo el laboratorio utilizó un antibiótico barato usado para infecciones del tracto urinario.

«Muchos de los AOE que se encuentran en el mercado en el Perú son de calidad desconocida y no han recibido la aprobación de las autoridades regulatorias”, señaló el Consorcio Internacional para la Anticoncepción de Emergencia (ICEC).

Esterilización femenina

Según el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, la esterilización femenina es común en nueve países de la región: Belice, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana. Con 26% de mujeres esterilizadas, América Latina tiene el más alto porcentaje de esterilización femenina en el mundo, siendo el cuarto método anticonceptivo más usado en el Perú.

Uno de los mayores problemas con la esterilización femenina es que en muchos casos es forzada. Las mujeres son coaccionadas a someterse a la operación de ligadura de trompas, ya sea porque el procedimiento es explicado en una lengua que no entienden (por ejemplo, castellano frente a quechua), o les brindan información incorrecta. En algunos casos, las mujeres han sido secuestradas para ser esterilizadas. Las mujeres objetivo son por lo general indígenas que viven en zonas rurales, o aquellas que están infectadas con el virus del VIH, de acuerdo con una investigación llevada a cabo por las organizaciones estadounidenses Women and Health Initiative y Open Democracy.

Durante el régimen del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000) este fue un tema álgido. Entre 200,000 y 350,000 mujeres fueron sometidas a la esterilización forzada bajo el Programa de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria que exigía a los médicos cumplir cuotas mensuales y los trabajadores de salud eran entrenados en «capturar” la mayor cantidad posible de mujeres para ser esterilizadas. El objetivo de la iniciativa era controlar el crecimiento de la tasa de población peruana. Muchas de esas mujeres quedaron con graves secuelas a su salud o hasta murieron a consecuencia de las pésimas condiciones en que fueron realizadas las operaciones. Sólo cinco de los responsables (médicos y trabajadores de salud) han sido llevados a juicio; la mayoría de casos han sido desestimados.

El procedimiento, legalizado en 1995, fue investigado en el 2002 por el gobierno del entonces presidente Alejandro Toledo (2001-2006) que consideró prohibir la esterilización femenina debido a su controvertida historia, pero nada ocurrió. En el 2011, el gobierno reabrió nuevamente una investigación pero fue cerrada en el 2014 sin ningún avance a pesar de los miles de testimonios. El fiscal a cargo cerró el caso señalando que las esterilizaciones forzadas no constituyen un crimen de lesa humanidad.

«El problema aquí es que el fiscal considera estas graves violaciones a los derechos humanos bajo la forma de ‘delitos culposos’, que es una contradicción porque no existen violaciones a los derechos humanos no intencionales. En otras palabras [si se considera negligencia], no se comete una violación grave a los derechos humanos. También afirmó que no se trata de delitos de lesa humanidad porque ningún organismo del aparato estatal se utilizó para violar los derechos humanos”, explicó María Ysabel Cedano, directora de Demus, organización defensora de los derechos de las mujeres con sede en Lima, en una entrevista para el servicio informativoPassBlue.

Víctimas de esterilizaciones forzadas del gobierno de Fujimori todavía luchan por justicia.
En mayo fue reabierta la investigación por cuarta vez, centrándose específicamente en Fujimori. Se considera que es uno de los programas gubernamentales de esterilización involuntaria más grandes de la historia reciente.

18 años sin justicia

El 9 de julio, la Asociación de Mujeres Afectadas por las Esterilizaciones Forzadas (AMAEF) de Cusco, junto con el Comité de Defensa de los Derechos Humanos de las Mujeres Esterilizadas de la Provincia de Huancabamba, Piura, participaron en el foro «Esterilizaciones forzadas: 18 años sin justicia” realizado en la sede del Congreso peruano en Lima. El objetivo del evento era reunirse y compartir ideas, y preparar una estrategia para que su caso no sea cerrado nuevamente.

Rute Zúñiga, presidenta de AMAEF, espera ayudar a que el caso avance entregando al Congreso datos actualizados y más testimonios de las víctimas.

Activistas de derechos humanos y la parlamentaria andina Hilaria Supa han respaldado este caso desde el inicio.

«Es hora de reparar los actos de injusticia”, dijo Supa.

Las mujeres víctimas de esterilizaciones forzadas y sus familias siguen sin recibir reparación alguna del Estado. Fujimori, de 76 años, se encuentra cumpliendo una condena de 25 años de cárcel que debe concluir en el 2032, por violaciones a los derechos humanos y corrupción, pero no ha sido juzgado por el Programa de Anticoncepción Quirúrgica Voluntaria y los miles de casos de esterilizaciones forzadas. Organizaciones como Demus y AMAEF continúan luchando por que se reconozca la gravedad de estos crímenes.

Actualmente, la batalla continúa para que la anticoncepción de emergencia y la esterilización femenina sean seguras y empoderen a las mujeres. Es un largo y duro camino en la defensa de los derechos reproductivos de las mujeres.—Noticias Aliadas.

*Ciudadana estadounidense, recientemente graduada en Retórica del Inglés y Español de Negocios que realiza una pasantía en Comunicaciones Aliadas.

fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=85880

ARGENTINA: Documental aborda violencia obstétrica

El documental cooperativo ‘Las formas de nacer’ fue realizado por la cooperativa Superficie, de Misiones, integrante de la Red Colmena de Argentina. Aborda la historia de Paula Pisak, víctima de violencia obstétrica, y muestra los debates en torno la lucha por el parto respetado, no solo en domicilio sino también en clínicas y hospitales públicos.

De esta manera, el sector cooperativo muestra, por segunda vez en el año, sus armas en el formato audiovisual. Primero fue el director autogestivo Fabián Pierucci con su serie Redes del trabajo y la Autogestión, premiado en el 5° Festival Internacional de Cine Político. Ahora le toca el turno al director autogestivo Elián Guerín, presentando una temática compleja sin abandonar la sensibilidad que el tema merece.

‘Las formas de nacer’ es una película especial, que cubre el drama de Paula con un halo de luz y de amor. La fuerza de esta mujer comprometida en la lucha contra esta violencia, proviene del amor que le dio la misma maternidad que le causó la incapacidad. El fruto de este conflicto es su hija, que la acompaña a todos lados y que cierra el filme en un paseo otoñal. La historia atraviesa el Encuentro Nacional de Mujeres, donde se dan este debate y otros. A pesar de su incapacidad que le dificulta la comunicación, Paula se hace oir.

La cooperativa Superficie ha hecho otros documentales de denuncia, como ‘Costeros de las ruinas’, que expone el caso de las comunidades Mbya Guaranies en San Ignacio, afectadas por la represa Yacyretá. Y tiene un portal de noticias donde difunde investigaciones periodísticas sobre pueblos originarios, desastres ecológicos causados por el agro-negocio, explotación laboral, derechos humanos y otras temáticas.

Vea el trailer del documental en español:

Fuente: Portal de la Economía Popular
Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=85688

El acoso sexual en las escuelas de la República Dominicana es de 14.2%

SANTO DOMINGO. El acoso sexual entre estudiantes de las escuelas públicas dominicanas se sitúa en 14.2%, según el “Estudio de Prevalencia, Tipología y Causas de la Violencia en los Centros Educativos de Básica y Media de la República Dominicana”, publicado esta semana.

Aunque comparativamente está a niveles inferiores del acoso o bullying (que es de un 33.6%) y de la violencia general en el sistema educativo (que puede llegar hasta el 69%), los investigadores consideran que el acoso sexual “sigue siendo clínicamente importante, ya que tiene implicaciones psicopatológicas a largo plazo.

“De igual manera, nuestro país ha visto un incremento alarmante en la violencia entre parejas íntimas en los últimos años, y ya podemos ver ramificaciones de este fenómeno en menores de edad escolar”, señala la investigación realizada por el Instituto Dominicano de Evaluación e Investigación de la Calidad Educativa (IDEICE), una dependencia del Ministerio de Educación, y la Universidad Iberoamericana (Unibe).

El estudio, que se publicó durante de 5to. Congreso IDEICE 2014, usó como muestra el 50% de los distritos escolares del país.

Los investigadores entienden que la escuela ofrece el lugar ideal para una educación y formación en valores y conductas apropiadas que pueda mitigar el problema de la violencia de género en el futuro en el país.

En ese sentido, recomiendan implementar estrategias de prevención del acoso escolar en las escuelas.

Fuente: http://www.diariolibre.com/noticias/2014/12/06/i914331_acoso-sexual-las-escuelas-repblica-dominicana.html

El Salvador: Vida de las mujeres en riesgo

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Tomás Andréu

Con la firma de los Acuerdos de Paz en 1992 — que puso fin a más de una década de conflicto armado entre la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y el gobierno de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) — se inició una nueva historia para la sociedad salvadoreña y para las mujeres.

«Creo que la voz de las mujeres y nuestras luchas se han empezado a escuchar después de 1992 con la fuerza que tomó el movimiento feminista organizado. También creo que con el cambio de gobierno [en el 2009 con el acceso al poder del FMLN] se ha logrado concretar algunas de esas demandas de las organizaciones sociales y eso se puede asociar con la aceptación de feministas en instancias del gobierno de [el presidente] Mauricio Funes”, afirma aNoticias Aliadas Mariana Moisa, de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local (CFDL).

Moisa, a pesar de que ve cambios en los distintos ámbitos del país como la política, el empleo o incluso el sector militar en el cual se permite la participación femenina, considera que hay temas que aún siguen arrastrando una buena capa de oscurantismo.

«El Salvador no posee programas de educación sexual libres de prejuicios”, expone la feminista. Y añade que el país centroamericano «ha penalizado el aborto en cualquier circunstancia, incluso cuando la vida de la mujer esté o corra peligro”.

La antropóloga y feminista estadounidense Ellen Moodie, catedrática de la Universidad de Illinois, quien ha investigado la transición a la democracia en El Salvador después de la firma de los Acuerdos de Paz fue consultada por Noticias Aliadas sobre los derechos reproductivos de las mujeres.

«No hay situación de libertad en las mujeres para hacer sus propias decisiones reproductivas”, dijo. «La mujer vive bajo un ambiente sospechoso. Si sufre un aborto espontáneo, sospechan que abortó su feto ilegalmente. Las leyes de El Salvador hacia el aborto son de las más restrictivas del continente”.

Embarazos adolescentes

En mayo pasado, el Ministerio de Salud (MINSAL) se mostró alarmado por el número de embarazos en adolescentes, a pesar de que en los últimos años la cifra se ha ido reduciendo. La titular del MINSAL, María Isabel Rodríguez, afirmó a la prensa que «los índices son muy altos. Tenemos una tasa [de embarazos] en adolescentes de 89 por cada 1,000 mujeres entre 15 y 19 años. Es un dato muy alto porque la media de Latinoamérica es de 77”.

La ministra — según consignó el diario La Prensa Gráfica — invocó «tanto a hombres como mujeres, que la educación en el campo de la salud sexual y reproductiva se generalice, que vaya desde las escuelas y que no haya mitos en contra de esa educación, porque cada día los problemas que provoca el embarazo de la adolescente son muy graves”.

El 63.7% de la población es menor de 30 años y las mujeres representan el 52.8% de la población total del país, según el Informe de Labores del MINSAL 2012-2013.
«En Centroamérica somos los segundos en tener el índice de embarazos en adolescentes más bajo. El primero lo tiene Costa Rica. Es una cifra que hemos ido bajando paulatinamente en los últimos 20 años, aún así las cifras son alarmantes”, manifestó a Noticias Aliadas, Sofía Villalta, coordinadora de la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva del MINSAL.

Según Villalta, en el 2012 se registraron los casos de 12 adolescentes embarazadas que murieron por complicaciones durante el proceso. Para ese mismo año, el MINSAL contabilizó 82,586 partos atendidos por personal calificado, de los cuales 24,190 fueron de madres adolescentes.

El Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA) detalló en su informe «Estado de la Población Mundial 2013”, publicado el 30 de octubre, que «alrededor del 19% de las jóvenes en países en desarrollo quedan embarazadas antes de los 18 años de edad”, agregando que «alrededor de 70,000 adolescentes en países en desarrollo mueren por año por causas relacionadas con el embarazo y el parto”. Indica además que «cada año en los países en desarrollo ocurren 7.3 millones de partos de adolescentes menores de 18 años”.

El informe señala como causas subyacentes la desigualdad de género, pobreza, violencia y coacción sexual, políticas nacionales que restringen el acceso a los anticonceptivos y a las políticas de educación sexual adecuada a la edad, falta de acceso a la educación y servicios de salud reproductiva.

«A esas edades deberían estar estudiando, transitando de la secundaria al bachillerato, pero están convirtiéndose en madres”, señaló en rueda de prensa, Elena Zúñiga, representante del UNFPA en El Salvador. «En el caso de las adolescentes de menos de 18 años, y particularmente las de menos de 15, el embarazo no es el resultado de una decisión deliberada. Al contrario, el embarazo en general es el resultado de la ‘ausencia de poder de decisión’ y de circunstancias que están fuera del control de la niña. El embarazo a temprana edad refleja el menoscabo de las facultades, la pobreza y las presiones, de compañeros, pares, familias y comunidades”.

«El embarazo adolescente es un fenómeno de preocupación en El Salvador que requiere de una atención integral. Una de cada cuatro mujeres se convertirá en madre antes de los 18 años”, afirmó Zúñiga, al tiempo que hizo un llamado «a todos los agentes claves de la sociedad a reaccionar ante el tema del embarazo adolescente”.

Para erradicar el embarazo en niñas y adolescentes, el UNFPA recomienda la intervención preventiva entre adolescentes jóvenes, eliminar el matrimonio entre menores de 18 años, proteger los derechos a la salud, educación, seguridad y a una vida libre de pobreza, involucrar a hombres y niños en la solución, lograr que las niñas asistan a la escuela y que permanezcan más tiempo en ella.

Ciudad Mujer

En el 2011 vio la luz el centro de atención integral Ciudad Mujer, un ambicioso e inédito proyecto que fue parte de las promesas electorales de Funes. El programa se ejecuta a través de la Secretaría de Inclusión Social y la titular de esta iniciativa es la primera dama Vanda Pignato.

Entre los servicios que ofrece se incluyen salud sexual y reproductiva, atención a la violencia de género, empoderamiento económico y promoción de sus derechos. También existe un área infantil destinada a los hijos de las mujeres que reciben atención. En total existen cuatro sedes de Ciudad Mujer en los departamentos de San Salvador, San Miguel, Usulután y La Libertad.

«Celebramos el proyecto de Ciudad Mujer. Tiene la posibilidad de dar respuestas más rápidas, sin embargo, estas políticas siguen siendo asistencialistas. No tienen elementos que le permitan a la mujer cuestionarse su condición. Todo es un trato de víctima hacia la mujer y no [permite] otro elemento que sirva para empoderar a las mujeres”, observa Moisa.

«Otro elemento que no tiene a favor es la infraestructura y el mantenimiento del espacio. Esto es elevado a nivel económico y a nivel político no hay una ley que asegure que si hay un cambio de gobierno este proyecto continuará”, agrega.

La activista feminista señala que es necesario abordar sin tabúes los grandes temas y problemáticas que afectan a la mujer salvadoreña.

«El tema de la salud sexual y reproductiva no está siendo abordado como se debe”, observa Moisa.
fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=82455

Práctica abusiva de partos por cesárea

Mayoría de cesáreas son innecesarias y superan largamente cifra recomendada por organismos de las Naciones Unidas

El 40% de los nacimientos en América Latina y el Caribe se producen por cesárea, según el Estado Mundial de la Infancia 2014, publicado en enero por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Esa cifra más que duplica la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), de que las cesáreas no deben exceder el 15%.

Brasil es el país con mayor número de cesáreas en el mundo, con 50% de los nacimientos mediante esta práctica, seguido por México con 46%. En clínicas privadas, sin embargo, los nacimientos por cesárea pueden alcanzar hasta el 90%.

Especialistas han advertido sobre los riegos de esta práctica para la madre y el bebé, además que la mayoría es innecesaria.

De acuerdo con la OMS, la cesárea se justifica cuando el parto no se puede desarrollar de manera normal y hay riesgo en la vida de la madre y el bebé, como son casos de hemorragia por placenta desprendida o placenta previa, preeclamsia, ruptura prematura de membrana, excesivo tamaño del bebé o en embarazos múltiples.

Entre los motivos para el incremento de las cesáreas están los estéticos, miedo al dolor y comodidad al planificar la intervención. Además, en las clínicas privadas se abusa de este procedimiento porque su costo es mucho más elevado que el de un parto normal.

El caso de Brasil

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Parto y Nacimiento «Nacer en Brasil”, realizada por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), vinculada al Ministerio de Salud, entre febrero del 2011 y octubre del 2012, existe la idea entre muchas mujeres que con un parto normal la vagina se agrandará y por ese motivo la cesárea surge como alternativa.

Los resultados de la encuesta, dados a conocer el pasado 29 de mayo, revelaron que de 23,940 partos, 52% fueron por cesárea y en clínicas privadas el número ascendió a 88%.

María do Carmo Leal, coordinadora de la encuesta, señaló que «la elevada tasa de cesáreas se debe a una cultura arraigada en Brasil de que este procedimiento es la mejor manera de tener un hijo. Además de eso, muchas mujeres tienen miedo al dolor”.

Un dato curioso del estudio es que casi 70% de las mujeres deseaban un parto normal al inicio del embarazo, pero finalmente alrededor de 60% dieron a luz por cesárea.

«Hay ciertamente una influencia de los servicios médicos prenatales en la decisión de las mujeres por el tipo de parto, pero también las amigas y familiares influyen. No se puede, por tanto, dejar de destacar que es una visión equivocada la creencia de que la cesárea es la forma más segura de parir”, agregó Leal. «Para los médicos son más convenientes las cesáreas, porque pueden organizar sus vidas y no estar a disposición de un momento que no se puede controlar, como es el nacimiento de cada bebé. Es cierto que los médicos pueden inducir a la mujer a someterse a una cesárea, pero es cierto también que todo el sistema está organizado para promoverla”.

Para Leal, «son necesarias políticas públicas, pero también que las mujeres se movilicen, se informen más sobre el parto y sobre el riesgo de la cesárea. Debe haber un cambio de actitud [en las mujeres] y en la cultura médica”.

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=81216

Prostituta. ¿Por qué? Socióloga señala factores y consecuencias de la profesionalización de la prostitución

Por Nayá Fernandes

¿Una persona elige prostituirse? ¿La prostitución es una opción libre? La respuesta a esta pregunta es susceptible de muchas opiniones e incluso, condenaciones pueden ser parte de la repuesta. La prostitución cruza la historia siendo una realidad polémica en todos los campos.
En tiempos de Copa del mundo y con sus ojos abiertos al turismo y la explotación sexual, la Pastoral Nacional de la Mujer Marginada (PMM) se manifestó públicamente en ocasión del día de la Prostituta, 02 de junio. La fecha fue establecida después de una manifestación en Lyon, Francia, en 1975.

«150 prostitutas francesas ocuparon la iglesia de Saint-Nizier en Lyon. Protestaban contra las multas y arrestos que estaban sufriendo y por las muertes de sus compañeras de profesión que no fueron investigadas. Este gesto fue una «guerra contra el rufianismo», actividad que explota la prostitución ajena. Ellas obtuvieron apoyo de la población y fueron fuertemente reprimidos por la policía, pero entraron en la historia”, recuerda Sueli Aparecida da Silva, socióloga y coordinadora nacional de la PMM.

«Queremos llamar la atención sobre este día, no es un día de fiesta, de idealizar la prostitución, de confirmación de la profesión de prostituta. Entendemos que la prostitución es una forma de violencia contra las mujeres», continúa Sueli.

A partir de la experiencia cotidiana con las mujeres en situación de prostitución, la PMM afirma que la gran mayoría de ellas no la ejercen por una opción propia. «La prostitución fue, de alguna forma, la única manera de salir de un problema del momento. Intervienen muchos factores psicosociales y no puede considerarse una libre elección «, dice la socióloga. Sueli explica que cuando consiguen salir de la prostitución, las mujeres hacen todo lo que pueden por no regresar a ese espacio.

Hasta qué punto la prostitución debe ser una profesión regulada es otra discusión en la cual esta inserta la PMM. El proyecto de ley nº 4.211, del 2012, elaborado por el diputado federal Jean Wyllys, busca la reglamentación de la prostitución, pero este no es el primero, otros han estado en trámite, según la Pastoral.

Siempre hemos sostenido que la profesionalización no trae beneficios a la mayoría de las mujeres. No es un trabajo como cualquier otro. La prostitución es el resultado de un fenómeno social más amplio y no puede ser caracterizada como un trabajo que da dignidad al ser humano», expresa Sueli

En Brasil, la prostitución no es un crimen, pero la industria del sexo sí, es decir, las casas de explotación no reguladas. «Tener un sueldo y contrato de trabajo no garantiza que la mujer sea libre. Ella podría ser obligada a ser una esclava sexual, teniendo que cumplir con un horario agotador o tener un número de programas [clientes] que va más allá de su condición física”, explica la socióloga.

Se destacaron otras dificultades, como la contratación de mujeres, después de que hayan decidido abandonar la prostitución, el moralismo social y falta de respeto. «La mayoría de las mujeres, evita que sus familias y sus amigos sepan cómo están viviendo», continúa la coordinadora de la Pastoral, que trabaja en tres frentes principales: con las mujeres esa situación de prostitución; con el enfrentamiento al abuso y la explotación sexual o comercial de los niños y adolescentes; y contra el tráfico de mujeres, niños y adolescentes con fines de explotación sexual.

Así, la supuesta profesionalización de la prostitución no iguala socialmente el papel de las personas que se están prostituyendo, al de los trabajadores de otras áreas. Sueli enfatiza que «usar de la sexualidad para reunir recursos es una forma de lesionar los buenos comportamientos sociales y pone a las mujeres en condiciones socialmente difíciles.

En la prostitución, la mujer no tiene derecho a ser persona, ella siempre es vista como la «puta», la «prostituta», la «sinvergüenza», la de «vida fácil» o religiosamente hablando, «la pecadora», pero nunca como una mujer «.

Directamente con ellas

La PMM trabaja directamente con las mujeres que se encuentran en situación de prostitución, realiza contactos semanales, visitas en plazas, calles, clubes nocturnos, hoteles y otros lugares donde se reúnen. Promueve su acogida en las sedes de los equipos de base de la PMM. La orientación y referencia de las mujeres a la profesionalización a través de calificación personal y profesional, teniendo como base la economía solidaria y la generación de ingresos es también un frente de acción de la Pastoral. Indirectamente, la Pastoral trabaja la sensibilización social sobre la realidad de las mujeres en la prostitución, la necesidad de luchar contra la trata de personas con fines de explotación sexual y contra el abuso y la explotación de niños y adolescentes.

Testimonios

«Fui violada por mi tío… [estaba ahí] para tener algo que comer. Vivía en su casa, cuando mi tía salia, me obligaba a tener sexo con él. Yo tenía nueve años. Después fui a la vida de la calle. Tenía 16 años, un cliente me llevó a su casa, llamó a seis hombres y les dijo que podían hacer lo que quisieran conmigo, porque yo era una p… Hicieron todo conmigo. Yo estaba embarazada y perdí al bebé, hasta hoy me duele tanto recordar». (Raquel, 29 años)

«Fui a la Luz y, en ese momento, tenían un plan de ‘higiene’. La policía me llevó varias veces a la celda, con acusaciones de»vaga de la calle”. Allá, nos ponían a barrer, limpiar. De vez en cuando, un policía ‘avispado’ abusaba de nosotras, y nos liberaba después de eso. Pero siempre ofendía, decía que yo era realmente una p… Un día, un policía me violó con una porra [o clava]. Casi me muero del dolor». (Celiane, ex prostituta)

«Yo viví en un burdel en que la dueño era muy mala. Ella sólo quería nuestro dinero. No podíamos parar de atender clientes ni cuando los programas estaban menstruando. Cuando yo estaba menstruando, me dio un rollo de algodón. Había una chica que vivía en esa casa y bebía mucho. Cuando ella estaba borracha, la dueña ponía a dos clientes en el cuarto con ella. Recibió el dinero y no entregaba nada a la muchacha». (Cris, 26 años)

«Nunca me presenté como una prostituta. Quedé seis años en la Luz. Mi familia nunca supo, puede que sospecharan, pero si me preguntaran, lo negaré hasta la muerte. Nunca sufrí violencia. Estar en la prostitución ya es violencia. Entregar la intimidad por dinero es demasiado violento. Nunca vestí ropa corta, iba a trabajar con una camiseta y pantalones jeans. Pero todo el mundo asocia la prostitución con la desvergüenza y falta de carácter.» (Carina, de 37 años)

Traducción: ricazuga51@yahho.com

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=81330

República Dominicana: Muertes maternas continúan, adolescentes fallecen más

Por Mercedes Alonso (mercyhavana@yahoo.es)

En la sala de espera del Hospital de Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia, en el corazón de la capital dominicana, dos jóvenes madres abrazan a sus recién nacidos. En ambos casos se trata del segundo hijo, y tanto Leonela Sánchez, como Patria Cruz, de 20 años cada una, tuvieron el primero a los 16 y 17 años, respectivamente.

Sonríen con la sombra de una inocencia interrumpida y afirman, no obstante, que ahora les toca enfrentar la vida y esperar que sus esposos, que trabajan fuera del país, las ayuden. Confiesan a SEMlac que necesitarán del apoyo de sus madres, pues apenas han terminado la enseñanza media y ninguna percibe remuneración alguna.

Sánchez y Cruz forman parte de los 98 partos adolescentes que cada año tienen lugar en República Dominicana, el doble de los 49 que ocurren en el mundo,según datos levantados a solicitud del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y publicados en el vespertinoEl Día, el 31 octubre de 2013.

De todos modos, agradecen no haber tenido complicaciones; pero, el mismo día del encuentro, el director del centro, doctor Víctor Calderón, habló consternado de este grupo etario, que representa 18 por ciento de las muertes maternas en el país.

A nivel mundial, cada año mueren 70,000 adolescentes por complicaciones en la gestación y el alumbramiento, indican datos de UNFPA.

Calderón narró el triste caso de una joven de 23 años, madre de cuatro hijos, que llegó al hospital luego de 23 días sin sentir a la criatura en su vientre. No pudieron salvarla.

«Imagine una feto de 23 días muerto; se produjo un shock séptico, más la causa que ocasionó la pérdida, que fue una preeclampsia, todo lo cual degeneró daños multiorgánicos y condujo al fallecimiento de la embarazada», explicó a SEMlac el galeno, quien admite que a este un hospital de Tercer Nivel de referencia nacional llegan pacientes de todas partes y también extranjeras, sobre todo haitianas.

¿Por qué mueren?

En República Dominicana el 98 por ciento de las embarazadas acude a las consultas y el 98 por ciento de los partos se realizan en centros asistenciales.

En 2013, el Ministerio de Salud puso en marcha su Plan Estratégico Nacional para la Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil 2012-2016; sin embargo, Calderón afirma que no se podrán cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), cuya meta para 2015 plantea reducir la tasa de mortalidad materna a 47 por cada 1.000 niños nacidos.
«En 1996, la estadística era de 229 por 100.000 nacidos vivos. Eso significaba que unas 700 mujeres morían anualmente por causa del parto o después. En 2004, se redujo a 159 por 100.000 nacidos vivos y en 2013, la Organización Panamericana de la Salud reportó 106 por 100.000 nacidos vivos. Apenas falta un año y para bajar de 106 a 50 necesitaríamos otros 17 años casi…¿Se imagina?», enfatiza.

Entre otras causas, el galeno considera vergonzoso que en el país no se imparta educación sexual y reproductiva en las escuelas. «Mientras no existan estas enseñanzas, seguirán los embarazos no deseados y sumaremos a esto las enfermedades de transmisión sexual, el virus del papiloma humano, sífilis y VIH, todas en aumento», alega.

De acuerdo con elObservatorio Político Dominicano, se necesita una atención especial a la capacitación y sensibilización de los operadores sanitarios, para alcanzar una atención de calidad y calidez a las mujeres, antes, durante y después del proceso de maternidad.

Calderón acentúa un elemento social importante: «Mientras más pobre es la mujer, más se embaraza. Cree que puede lograr una vida mejor y lo que hace es empeorarla. Se ha determinado, estadísticamente, que una adolescente embarazada recrudece su pobreza en un 28 por ciento».

Ello agudiza, además, la deserción escolar, pues ambos jóvenes dejan de estudiar para asumir la nueva familia.

El director de la Maternidad La Altagracia añade la pérdida de sensibilidad y el agotador tiempo de trabajo de los médicos. «Las morbilidades ocurren, en su gran mayoría, pasadas las 12 de la noche. Tenemos alta incidencia de pacientes operadas en las madrugadas, porque dilatan su llegada aquí. Todo esto incide», asegura.

Las menores de 15 años tienen cinco veces más probabilidades de morir durante el embarazo que las mujeres de 20 años, indican el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).

Si una madre tiene menos de 18 años, la probabilidad de que su bebé muera durante el primer año de vida es de 60 por ciento, aseguran esas fuentes en el cuartoboletínde la infancia y la adolescencia sobre el avance de los objetivos de Desarrollo del Milenio.

La tasa de mortalidad materna de la nación dominicana es una de las más altas de América Latina, con 106 por cada 100.000 nacidos vivos; de esa cifra, el 18% corresponde a adolescentes entre 15 y 20 años.

Del total de partos de adolescentes en el país, unos 5.230 ocurren en la Maternidad La Altagracia. Entre otras causas de muertes maternas, en general, Calderón menciona la preeclampsia, con 27 por ciento; las hemorragias (25 %) y las infecciones, con cifras similares.

Cesáreas y otros riesgos

De los partos ocurridos en 2013 en adolescentes, 30 por ciento fue vaginal y 28 por ciento cesáreas, indican estadísticas del Ministerio de Salud. El 30 por ciento de los bebés muertos el pasado año a nivel general eran hijos de madres menores de 20 años.

Las cesáreas se incrementaron de 40,9 por ciento en 2011 a 43,5 en 2012 y 44,4 en 2013, lo que representa riesgos mayores, alertó en una declaración la Colectiva Mujer y Salud, en ocasión del 28 de Mayo, Día Internacional de Acción por la Salud de las Mujeres.

Otro factor que incide en los altos índices de mortalidad materna es el aborto, que en 2013 representó la cuarta causa de muerte en el país, con un total de 17 fallecimientos.

Según los datos del Ministerio de Salud, en 2012 se atendió a 21.059 mujeres por complicaciones, un tercio más que las 14.650 asistidas 20 años atrás. La mayoría acude a sitios no convencionales para interrumpir los embarazos, en tanto la Constitución de la República prohíbe la legalización de esa práctica.

Existe un programa en el Hospital de Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia dirigido a las adolescentes embarazadas, a fin de que puedan planificar un segundo alumbramiento.

La presidenta del Patronato e integrante del Consejo Administrativo, Gloria Mejía de Selman, ha colaborado con los talleres impartidos a las muchachas, a quienes orientan sobre lo que significa en sus vidas un embarazo no deseado y aconsejan planificar próximos nacimientos. El hospital les provee de vacunas gratuitas para ello. «Pero, no todas entienden esto y no se preparan», objeta.

Mejía lleva 35 años en esta ardua labor. «Recurrimos a instituciones privadas con campañas y cartas directas. Ahora mismo logramos adquirir equipos paradoscópicos y seguimos en busca de otras donaciones», expone.

El doctor Calderón admite que el Ministerio de Salud Pública les apoya en lo posible; pero la subvención del Estado, de unos cinco millones de pesos mensuales (114.784 dólares aproximadamente), se reduce por tener que pagar el 40% al Programa de Medicamentos Esenciales.

«¿Se imagina un hospital con unos 125 nacimientos diarios?; en una semana se van tres millones de pesos (68.000 dólares) fácilmente. Ni hablar del gasto de las 70 camas de cuidados intensivos neonatales. Esto es un barril sin fondo», resume Calderón.

El Estado dominicano ha aumentado el flujo de recursos públicos para servicios de salud a grupos más pobres de la población e intenta consolidar mecanismos de monitoreo y evaluación de resultados.

El gasto total de los servicios de atención a las embarazadas adolescentes asciende cada año en el país a 2.103 millones (482 millones de dólares), señala el estudio «Costo del embarazo y la maternidad en la adolescencia en la República Dominicana, publicado en 2013 por el Centro de Estudios de Género del Instituto Técnico de SantoDomingo.

Ese monto es 1,7 por ciento mayor que los recursos destinados a la salud colectiva y representa el cinco por ciento del gasto público total presupuestado a salud anualmente.

Sin embargo, al margen de tales asignaciones, el país se halla entre los cinco con más alta tasa de embarazos en población adolescente de Latinoamérica y el Caribe, según datos de UNFPA.

El doctor Calderón considera el tema una «asignatura pendiente» y lo califica como «mancha vergonzosa para el gobierno dominicano y todas sus instituciones».

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=81553

Ser madre en sociedades desiguales

Yocaty Reyes sumaba 27 años de edad y cuatro de graduada en contabilidad cuando tuvo a su primera hija. Desde dos años antes, cuando se casó, ella y su esposo querían dar ese paso. Ahí empezaron sus malabares para cumplir el rol profesional y el de la maternidad.

Al culminar los tres meses de licencia materna, Yocaty regresó a su trabajo -que aún conserva- y contrató una asistenta para atender la niña en la casa. Entonces tenía la preocupación de si las atenciones que recibía eran adecuadas. Con sus familiares en Cotuí, no tenía quién supervisara a la empleada -todavía nueva- durante el día, por lo que las llamadas eran constantes.

Aunque los permisos para las consultas médicas y la licencia para atender la criatura los primeros meses de vida sólo eran carga para Yocaty, en las noches, cuando la niña necesitaba atenciones, Danilo Reinoso -el padre- solía levantarse a atenderla, además de bañarla, curarle el ombligo y cortarle las uñas siempre que fuera necesario, tareas que por costumbre suelen recaer en las madres.

«Él nunca tuvo ningún complejo, nada de esas cosas, que eso es de mujeres o que yo no sé agarrar los bebés (…). Desde que yo llegaba a la casa, él me ayudaba en todo», afirma.

Históricamente, el cuidado de hijos e hijas, desde que nacen, ha recaído en la madre, pero en los últimos años algunos países han creado facilidades para que también los hombres se involucren en el cuidado de la descendencia, otorgando licencias por paternidad.

Para la abogada feminista, especialista en género y desarrollo Susi Pola, las licencias por paternidad ayudarían a la equidad de género porque cuando la madre se va al trabajo, el padre se queda en casa. «Desde el punto de vista socio cultural, los roles y responsabilidades se igualan en la casa (mundo privado) y en el trabajo (mundo público), con lo que se establece en ambos planos la igualdad de oportunidades», reflexiona Pola.

Licencias por maternidad y paternidad

En 1994 sólo 10 de los 42 países incluidos en la categoría de economías desarrolladas en los informes de la Organización Mundial del Trabajo (OIT) otorgaban licencias por paternidad -que nunca excedían los 14 días-. En el 2013, 19 años después, 24 de esos países daban a los padres esta licencia, aunque sólo cinco del mundo -que están entre los desarrollados- ofrecen más de dos semanas: Eslovenia (90 días), Finlandia (54 días de trabajo), Islandia (90 días), Lituania (30 días) y Portugal (20 días), según el Informe sobre la Maternidad y la Paternidad en el trabajo de la OIT publicado el pasado junio.

En Latinoamérica, los países más avanzados son Ecuador, con 10 días de licencia por paternidad, y Venezuela, con 14, pagadas en ambos casos. En 78 países del mundo los hombres tienen derecho a una licencia por paternidad, aunque en sólo 70 de ellos es remunerada, conforme a la OIT.

La licencia parental, que puede tomar el padre o la madre, se concede en 66 países del mundo, todos economías desarrolladas o de Europa Oriental y Asia Central. Las únicas excepciones son los países americanos Chile -donde hay 12 semanas, de las que las madres pueden transferir seis al padre- y Cuba -que aunque no cuenta con una licencia por paternidad explícita, hay 39 semanas de licencia postnatal que pueden repartirse entre la madre y el padre-.

Sin embargo, sólo en 36 países es remunerada y en algunos de ellos sólo la puede tomar la madre o, en general, es ella que la toma. Para la OIT, «esta tendencia puede mermar la situación de las mujeres en el mercado laboral y agravar las desigualdades de género en el lugar de trabajo».

Islandia es un caso interesante de paridad: ofrece tres meses de licencia a la mujer cuando es madre, cuando termina este permiso entran los tres meses del padre y al finalizar éstos hay una licencia parental -que puede tomar el padre o la madre- de otros tres meses.

Según la OIT, las licencias por paternidad pueden mostrar que están ocurriendo cambios en los estereotipos predominantes. En República Dominicana, los hombres apenas tienen dos días libres cuando son padres, justo cuando nace la criatura y la mujer está ingresada.

Mientras Susi Pola expresa que las leyes laborales están atrasadas y deben adecuarse a la Constitución del 2010, que «equipara deberes y derechos de hombres y mujeres», la ministra de la Mujer, Alejandrina Germán, afirma que aunque en las discusiones para modificar el Código Laboral han contemplado ampliar la licencia por paternidad, «tenemos que tomar en cuenta que las condiciones de República Dominicana son realmente muy precarias para tú poder exigirle a las empresas que además de dar licencia por maternidad a la madre (…), también le den al hombre».

Precisamente en esas propuestas para la reforma laboral, la Confederación Patronal Dominicana (COPARDOM) ha planteado que se incluya la posibilidad de pactar con las embarazadas la finalización de los contratos de trabajo.

Susi Pola considera que si también otorgaran licencias a los hombres, la situación sería distinta, aunque lo ve difícil por el pensamiento «androcéntrico» del país. Mientras, -afirma- es necesario ir cambiando esa visión del mundo. «Si los hombres tuvieran una responsabilidad parental compartida y pudieran beneficiarse de una licencia ‘por paternidad’, al igual que las mujeres, esta situación (la maternidad) no sería fuente de discriminación», asegura.

Limitaciones de la maternidad

La abogada feminista no tiene dudas de que la cultura está adaptada a los hombres, ofreciendo todas las ventajas para su éxito, y de que -por la equidad de género- eso debe cambiar. Las entradas y salidas del trabajo por la maternidad limitan a las mujeres para realizar «una hoja laboral completa», mientras los hombres no tienen desventajas, reflexiona Susi.

Y por esas desventajas es que Pola ve como positivas las cuotas femeninas en la política porque pretenden lograr la paridad entre hombres y mujeres. Una vez lograda, las cuotas dejan de existir.

La ley 12-2000 establece que el 33% de las candidatas a diputaciones y regidurías deben ser mujeres, mientras en a nivel municipal es de un 50% -sea la para Alcaldía o la Vice alcaldía- según la ley 13-2000. En las últimas elecciones congresionales, las mujeres alcanzaron el 21% de la matrícula en la Cámara de Diputados.

Para Susi Pola, estas cuotas «deben ir acompañadas de otros elementos deconstructores de la cultura exclusiva y androcéntrica, capaces de realizar un desmonte tal que su aplicación se entienda».

Políticas públicas

Cuando Yocaty tuvo Danilka, ya con 12 años, y a Dalia -su segunda hija, de 8 años-, no tenía opción distinta a contratar a una asistenta para que ciudara su niña, ya que su familia vivía lejos. Para ella ha sido difícil combinar ambos roles en una sociedad que aún mantiene el estereotipo de que el cuidado de hijas e hijos y del hogar le corresponden a las mujeres -cuenta que es ella quien monitorea desde el trabajo todas las actividades de las niñas, mientras el padre lo lleva más suave-, pero nunca apartó su vida profesional.En los últimos años, el Gobierno ha lanzado iniciativas para el cuidado de niños en edad preescolar. Este año hay en la República Dominicana 97 estancias infantiles del Consejo Nacional de Estancias Infantiles (CONDEI) donde atienden 13,009 niños y niñas entre 45 días de vida y 5 años, aunque tienen plazas para 13,175. Este proyecto fue iniciado en el año 2009 para infantes que pertenecen al régimen contributivo del Sistema Dominicano de Seguridad Social.

El plan de «Atención Integral a la Primera Infancia Quisqueya Empieza Contigo» se presentó en el 2013, dirigido a niñas y niños de 0 a 5 años de edad en situaciones vulnerables, sean sus madres trabajadoras o no. Sonia Castillo, encargada del Programa de Base Familiar y Comunitaria del plan, dice que la meta es atender a 600 mil niñas y niños en el 2016 mediante estancias infantiles -de las que construirán 250, con 226 cupos cada una- y centros comunitarios, donde los infantes pasarán menos tiempo, pero con los mismos servicios de salud, nutrición y estimulación temprana. Estas estancias aún no están en funcionamiento.

Y el Ministerio de Educación anunció que en agosto casi 1,700 escuelas funcionarán en la jornada de tanda extendida, en la que niños y niñas tomarán clases desde las 8:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde.

Tanto las estancias como la tanda extendida representan -expresa Susi Pola- una política de género que permite a las mujeres realizarse en lo profesional. «El hecho de estar socioculturalmente más atrasadas que los hombres es, en sí, una brutal discriminación contra la misma humanidad».

Fuente: http://www.diariolibre.com/noticias/2014/07/28/i707181_ser-madre-sociedades-desiguales.html

“Esto a mi no me va a pasar”

Campaña intenta frenar embarazos adolescentes

«¿Sabías que en la República Dominicana 22% de las adolescentes entre 15 y 19 años ya han estado embarazadas?”, con esta pregunta se inicia un spot que forma parte de una campaña del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) que tiene como objetivo que los y las jóvenes tomen conciencia sobre las alarmantes estadísticas que colocan a República Dominicana entre los cinco países de América Latina y el Caribe con las más altas tasas de fecundidad en adolescentes.

De acuerdo con el Informe de Desarrollo Humano 2013, la tasa de fecundidad adolescente en República Dominicana es de 103.6 nacimientos por cada 1,000 mujeres entre 15 y 19 años.

La campaña, denominada «Esto a mi no me va a pasar”, está en marcha desde agosto del 2013 y busca «llamar la atención sobre las oportunidades que tienen las y los adolescentes para que eso no les pase”, señaló Sonia Vásquez, representante de la UNFPA. Consta de cinco spots publicitarios que son difundidos por los medios de comunicación, además de material de promoción que es distribuido a través de redes juveniles.

La estrategia para llegar a las y los adolescentes es utilizar su mismo lenguaje, para lo cual se contó con el apoyo de conocidos artistas jóvenes como el salsero David Kada quien en un spot invoca a usar protección durante las relaciones sexuales para evitar embarazos e infecciones de transmisión sexual.

«La campaña promueve la toma de decisiones y hace un llamado a la conciencia de los y las adolescentes acerca del inicio de las relaciones sexuales, como determinante en sus posibilidades de construir un futuro con mayores oportunidades”, indicó la UNFPA.

Pobreza y falta de educación

El porcentaje de adolescentes con nivel de instrucción básico o primario que han estado alguna vez embarazadas es siete veces mayor que las que tienen nivel universitario, precisa la UNFPA, agregando que «es necesario que se produzca una ruptura que permita enfrentar el problema desde una dinámica que garantice acceso a servicios de salud amigables a los y las adolescentes y al propio tiempo evite la estigmatización de la adolescente víctima de un embarazo a destiempo”.

Para la UNFPA, la educación sexual es un elemento clave para evitar los embarazos adolescentes. Sin embargo, el Programa Educativo Afectivo Sexual, aprobado hace una década para impartirse en las escuelas, sólo llega al 7% de la población estudiantil debido a que no se ofrece de manera masiva, a lo que se suma que un 30% de adolescentes sexualmente activos no tiene acceso a anticonceptivos.

La pobreza y la falta de educación son los principales elementos que inciden en los embarazos adolescentes, según la UNFPA.

Una joven embarazada «ya no se inserta en el mercado laboral y si lo hace es de una forma muy deficiente, porque le hace falta la instrucción. Todavía creemos que la educación juega un factor fundamental para que la gente pueda salir de la pobreza”, alertó Vásquez.—Noticias Aliadas.

Fuente: http://site.adital.com.br/site/noticia.php?boletim=1&lang=ES&cod=80659